La salud bucodental se ha convertido, en los últimos años, en una de las mayores preocupaciones para la OMS (Organización Mundial de la Salud). La caries dental se encuentra presente en prácticamente la totalidad de los adultos y en un preocupante y elevado número de escolares y adolescentes. Es lógico pensar que la mejor forma de evitar o contrarrestar este tipo de afecciones pasa por una buena alimentación, higiene y otros cuidados. Sin embargo, cuando el problema es una realidad y requiere de una solución ortodental, la impresión 3D es una de las mejores opciones.
Ejemplo de dentaduras impresas mediante estereolitografía
Cuando hablamos de impresión 3D a nivel doméstico o particular, automáticamente se nos vienen a la cabeza las ya míticas figuras de plástico (u otros materiales) en las que se pueden apreciar las capas de impresión que la máquina va depositando poco a poco hasta construir la pieza final. Por supuesto, ésta es una parte importante de la industria, sin embargo existen ámbitos mucho más profesionalizados en los que se requiere ir aún más allá.
La odontología ha sido uno de los campos de la medicina que más ha demandado la necesidad de obtener resultados de una calidad impecable manteniendo, además, las exigencias de salubridad que deben ser inherentes a este tipo de trabajos. En este sentido, la tecnología de impresión 3D por estereolitografía es la que más y mejor ha sabido adaptarse y garantizar las soluciones deseadas.
Existe una amplia variedad de resinas fotosensibles (la materia prima en este tipo de tecnología) adecuadas para cada tipo de trabajo y necesidad. Un buen ejemplo en el que la tecnología de impresión 3D puede ayudar en el ámbito dental es la creación de protectores bucales para la noche, ideados para personas que padecen bruxismo. En primer lugar se digitaliza la dentadura del paciente con un preciso escáner. Una vez obtenido el modelo, se pueden realizar las modificaciones necesarias para, seguidamente, proceder con la impresión del elemento protector. De esta manera la precisión que se obtiene es micrométrica sin necesidad del uso de moldes. Todo este proceso sirve, además, para abaratar costes, ya que en una sola impresión pueden llegar a producirse un mayor número de protectores para diferentes pacientes.
La influencia de la impresión 3D sobre los costes repercuten, como no podía ser de otra manera, tanto a la clínica ortodental que la emplee como al propio paciente. El cliente puede llegar a ver notablemente reducida la factura de un tratamiento bucodental cuando debe entrar en juego este tipo de tecnología, en sustitución de los procedimientos más clásicos que se venían empleando hasta ahora. Lo más interesante de todo consiste en que se consiguen precios mucho menores con resultados iguales o mejores.
Con la estereolitografía los tamaños y opciones en moldes de dentaduras son prácticamente ilimitados
La creación de coronas, puentes, moldes, protectores, alineadores transparentes para realizar implantes, reproducciones fidedignas de dentaduras para estudios médicos... Son sólo algunos de los muchos ejemplos en los que la impresión 3D puede servir de gran ayuda (y de echo, así está siendo) en el campo dental y ortodental. Por supuesto, este tipo de tecnología continúa evolucionando a pasos agigantados, llevando consigo de la mano todos esos campos en los que se emplea y en lo que muchos han coincidido en bautizar como la nueva revolución industrial.
Si te interesa el tema y quieres más información, puedes encontrarla aquí. También puedes ver el tipo de impresoras más comunmente utilizadas en el sector dental aquí